Buscar

Entradas

16 de marzo de 2014

ELECTROESTIMULACIÓN


Seguramente, al leer el título del post que nos ocupa hoy, os viene a la cabeza el típico anuncio de tele tienda donde a un señor muy musculado y lleno de parches por todo el cuerpo, se le contraen los músculos de forma muy exagerada. Pues bien, aunque lógicamente el aparato no es el mismo, el concepto del que voy a hablaros es muy similar. 
Así pues, hoy quiero hablaros de la electroestimulación aplicada al mundo deportivo.

¿Qué es la electroestimulación? 
La electroestimulación muscular consiste en el uso de un dispositivo electrónico que genera impulsos eléctricos y que hace que se contraigan los músculos. El impulso eléctrico generado por el dispositivo llega hasta el músculo a través de cables unidos a unos electrodos o también gracias a recientes avances de forma inalámbrica. 
La contracción del músculo que genera el dispositivo es análoga a la que esa misma persona realizaría con una contracción voluntaria, es decir, a través de su sistema nervioso. 
Debido a esto, la electroestimulación se ha utilizado tradicionalmente por profesionales de la salud para recuperación de lesiones o mantenimiento de la masa muscular en situaciones en las que no es posible el entrenamiento.

¿Cómo funciona la electroestimulación? 
Como hemos dicho, el dispositivo de electroestimulación genera un impulso eléctrico que llega hasta los electrodos colocados en el sujeto. El nervio es capaz de traducir este impulso eléctrico en una contracción de las fibras a ejercitar.  
Una de las cosas más importantes cuando trabajamos con electroestimulación es saber exactamente dónde colocar los electrodos. El impulso eléctrico estimula directamente el nervio motor, que es el encargado de llevar al músculo la orden del movimiento.  
En una contracción voluntaria, el cerebro es el que emite esa orden de movimiento, que viaja a través de nuestro sistema nervioso llegando al nervio motor, y éste da la orden al músculo. Utilizando la electroestimulación la orden no parte de nuestro cerebro y se ahorra ese viaje, llegando directamente al nervio motor y ordenando el movimiento.

¿Quién la utiliza? 
La electroestimulación ha estado reservada durante largo tiempo a profesionales sanitarios tales como los fisioterapeutas. Poco a poco, los atletas que han descubierto los beneficios de la electroestimulación en la cura de sus lesiones han recuperado esta técnica para contribuir en la mejora de su rendimiento muscular. En la actualidad, la electroestimulación se ha convertido en una técnica que está al alcance de todo el mundo.
  • Deportistas. Para optimizar sus cualidades musculares, lo que funciona para tratar músculos atrofiados o debilitados también funciona con los músculos sanos. La electroestimulación permite de manera muy intensiva hacer trabajar los músculos deseados. Además, mediante este trabajo se puede orientar para desarrollar cualidades específicas según el programa seleccionado, por ejemplo, resistencia aeróbica y fuerza. También para acelerar la recuperación tras un esfuerzo intenso y reducir las agujetas. Para prevenir las lesiones, como por ejemplo esguinces de tobillo, reforzando ciertos músculos (en este caso, los peroneos). O para aliviar dolores, por ejemplo, problemas en tendones o contracturas musculares. 
  • Personas que desean mantenerse en forma. Un modo de vida sedentario conlleva efectos perjudiciales para la musculatura. Los músculos pierden gran parte de su potencia, se cansan con facilidad y pierden la capacidad para desempeñar correctamente su función de sostén del esqueleto y los distintos órganos. Además de las consecuencias negativas para la silueta, esta insuficiencia muscular puede ser causa de dolores lumbares, cuya frecuencia aumenta en las personas que carecen de músculos abdominales eficaces. La electroestimulación permite restablecer o mantener la tonicidad muscular necesaria para asegurar el sostén del cuerpo de manera eficaz y prevenir numerosos dolores. 
  • Los fisioterapeutas la llaman electroterapia. La utilizan para rehabilitación por ejemplo, después de la inmovilización debida a una lesión, los músculos pierden determinadas cualidades y la electroestimulación puede ayudar a recuperarlas. Así pues, los fisioterapeutas utilizan la electroestimulación para reforzar determinados músculos. Para los hemipléjicos, donde se utiliza electroestimulación para mejorar su capacidad para levantar la punta del pie y mejorar el control de sus músculos. En el tratamiento de las distintas formas de incontinencia y su prevención tras el parto. En el alivio de dolores crónicos o agudos, por ejemplo cervicalgias, lumbalgias o lumbociatalgias. También en la mejora de trastornos de personas con problemas circulatorios, ya que puede mejorar desde la sensación de piernas cansadas hasta la insuficiencia arterial que con frecuencia reduce el perímetro de marcha de estas personas por causa de los dolores. 
  • Personas que sufren dolores. El dolor es un signo cuyas causas pueden ser múltiples. El alivio del dolor es en la actualidad una prioridad en la que la electroestimulación tiene plena vigencia. El dolor de espalda, los dolores articulares o las neuralgias son afecciones en las que con frecuencia está indicada la electroestimulación con fines antálgicos, que puede realizarse en casa o bajo control de un profesional sanitario.
Pero como todo, la electroestimulación tiene algunas contraindicaciones, bastante lógicas por otra parte. Está contraindicada en los siguientes casos: 
  • Personas provistas de dispositivos electrónicos tales como marcapasos o desfibriladores intracardíacos. 
  • Personas que sufren epilepsia. 
  • Estimulación de la zona abdominal de mujeres embarazadas. 
  • Colocación de los electrodos en la parte anterior y lateral del cuello. 
  • Estimulación de la zona torácica de personas con patologías cardíacas. 
  • Estimulación de los miembros inferiores en caso de trombosis venosa o de obstrucción arterial grave (isquemia). 
  • Estimulación de la zona abdominal en caso de hernia abdominal o inguinal. 
  • En caso de otros problemas de salud, se recomienda solicitar la opinión de un profesional sanitario. 
     Personalmente, también añadiría que es importante utilizar la electroestimulación siempre guiados por un profesional.  
 
¿Puede sustituir la electroestimulación al entrenamiento?  
Rotundamente no. La electroestimulación debe ser un complemento del entrenamiento y nunca un sustitutivo. 
El tema de la electroestimulación es como el de las cremas o cualquier otro aparato de fitness casero que anuncien por la televisión. ¿Funciona? Sí, claro que funciona, pero nunca por si solo. Lo ideal es utilizarlo como complemento a nuestro entrenamiento habitual. 
Si os fijáis, en todos los productos de este tipo que suelen venderse, en algún lugar del empaquetado o de las instrucciones aparece (o debería aparecer) la frase: “el uso de este producto debe estar acompañado por una vida activa y una alimentación sana”. De otro modo no veremos los resultados esperados. 
La electroestimulación no es una excepción a esta regla, ya que tanto los aparatos para fines estéticos como los especialmente diseñados para uso deportivo deben ser una ayuda para el entrenamiento, pero en ningún caso sustituyen al trabajo que realicemos en el gimnasio. Los milagros no existen, sudar la camiseta es siempre necesario. 
Pero un electroestimulador en buenas manos sí puede ayudar a alcanzar nuestros objetivos. Su uso nos ayudará a maximizar resultados, ya sea en una rutina de aumento de fuerza, tonificación o pérdida de grasa. Podemos utilizarlo durante el ejercicio (bajo la supervisión de un profesional) o después del mismo como medio de recuperación. 
 
Usos de la electroestimulación 
Como ayuda para la recuperación de lesiones, posiblemente uno de los usos más extendidos de estos aparatos. Si a raíz de alguna lesión has tenido que mantener algún miembro inmovilizado, o si has sufrido alguna intervención quirúrgica que te ha mantenido alejado de tu entrenamiento por un largo período de tiempo, puedes encontrar en la electroestimulación un complemento ideal para recuperarte más rápidamente de tu lesión. Recordemos en primer lugar que la electroestimulación debe ser siempre un complemento del ejercicio físico, y nunca un sustitutivo. Ahora bien, existen determinadas circunstancias, como una lesión, que pueden impedirnos continuar con nuestra rutina de ejercicio habitual. En casos como este, la electroestimulación puede sernos de mucha ayuda ya que minimiza los efectos de la atrofia muscular preservando nuestra masa muscular aunque el miembro se encuentre inmovilizado, además no hay por qué esperar a recuperar todo el rango de movimiento de la articulación y también ayuda en el factor psicológico ayudando a superar miedo tras lesiones y haciendo mejorar la confianza del deportista y eliminando temores. Así pues, la electroestimulación, combinada siempre con el entrenamiento tradicional y utilizándola con un profesional de la salud, es uno de los medios más efectivos para recuperar lesiones de forma más rápida y eficaz.  
En el entrenamiento de la fuerza. Existen distintas formas de utilizar un electroestimulador para maximizar los resultados de nuestro entrenamiento de fuerza, entre ellas combinándolo con la contracción voluntaria del mismo músculo donde estamos aplicando el impulso nervioso, o bien trabajando conjuntamente en isometría.  
  • Electroestimulación + músculo en contracción isométrica: esta es la forma de trabajo con la que se consiguen mejores resultados en cuanto a ganancias en fuerza muscular. El procedimiento consistiría en colocar los electrodos sobre los puntos motores del músculo que queremos trabajar y programarlo para que vaya recibiendo descargas de forma periódica. En el momento en que el músculo recibe la descarga debemos contraer su antagonista para evitar el movimiento de la articulación. De este modo mantendremos la isometría y maximizaremos la ganancia de fuerza. 
  • Electroestimulación + contracción voluntaria: este método de trabajo es bastante duro, ya que combina nuestra propia contracción del músculo con el estímulo eléctrico generado por el aparato. Igual que en otros casos, colocamos los electrodos sobre los puntos motores, programamos el estímulo con el que queremos trabajar y realizamos la contracción voluntaria al mismo tiempo que recibimos la del electroestimulador. 
      En cuanto a las series, repeticiones o potencia a utilizar en ambos métodos, dependerá siempre de cada uno de nosotros y de cómo respondamos a este tipo de entrenamiento. Recordad que es importante contar siempre con la guía de un profesional que pueda indicarnos cómo trabajar con electroestimulación. 
 
Para terminar, recordaros que si decidís compraros un aparato de electroestimulación, no escatiméis en gastos, por supuesto dentro de vuestras posibilidades, pero me refiero a que elijáis algo bueno que os pueda ofrecer lo que estáis buscando. Yo personalmente os recomiendo Compex, una empresa puntera en el sector con más de 20 años de experiencia, en continua investigación y avalada por grandes deportistas y profesionales del sector.
 
Y vosotros, ¿habéis trabajado alguna vez con electroestimulación? ¿Qué opináis del tema? ¿Os animáis?

No hay comentarios:

Publicar un comentario